Fidel reaparece questionando a mídia
Dado como agonizante, com morte cerebral e outras situações desesperadoras de saúde, Fidel Castro ressurgiu ontem de um de seus estratégicos silêncios para questionar o papel da mídia no mundo. Aparentando boa disposição e inspecionando campos agrícolas em Cuba, o líder cubano também se mostra lendo um Gramma, o jornal oficial do país, para que o bom leitor, vendo a data, saiba que ele realmente está vivo, apesar do desespero das cassandras midiáticas.
Mas ele diz ter se convencido de uma certeza, na sua última Reflexões série de artigos que publica esporadicamente e cuja ausência teria sido a razão dos rumores do agravamento de sua saúde: “Mesmo que algumas pessoas no mundo sejam enganadas pelos órgãos de informação, quase todos em mãos dos privilegiados e ricos, que publicam esse tipo de estupidez, os povos do mundo cada vez acreditam menos
Numa coluna intitulada “Fidel está agonizando”, o velho guerreiro critica os boatos de sua morte divulgados pelo mundo inteiro, como se fossem verdades comprovadas pelos veículos mais poderosas do planeta, classificando como parte de un “galinheiro de propaganda imperialista, que se alimenta da mentira, com a única intenção de manipular a opinião pública”.
Ele disse ter suspendido as Reflexões para “evitar ocupar as páginas de nossa imprensa (a cubana, que é estatal), consagrada a outras tarefas que exige o país, mas advertiu às ” aves de mal agouro”, que distorcem a informação e falam de seus “achaques”, que “não lembro sequer do que seja uma dor de cabeça”.
A seguir, em espanhol, o artigo de Fidel Castro no cubadebate.com. Veja mais fotos de Fidel ao final, clicando no link.
Por Fidel Castro
Bastó un mensaje a los graduados del primer curso del Instituto de Ciencias Médicas “Victoria de Girón”, para que el gallinero de propaganda imperialista se alborotara y las agencias informativas se lanzaran voraces tras la mentira. No solo eso, sino que en sus despachos cablegráficos le añadieron al paciente las más insólitas estupideces.
El periódico ABC de España, publicó que un médico venezolano que radica no se sabe donde, reveló que Castro había sufrido una embolia masiva en la arteria cerebral derecha, “puedo decir que no vamos a volverlo a ver públicamente”. El presunto médico, que si lo es abandonaría primero a sus propios compatriotas, calificó el estado de salud de Castro como “muy cercano al estado neurovegetal”.
Aunque muchas personas en el mundo son engañadas por los órganos de información, casi todos en manos de los privilegiados y ricos, que publican estas estupideces, los pueblos creen cada vez menos en ellas. A nadie le gusta que lo engañen; hasta el más incorregible mentiroso, espera que le digan la verdad. Todo el mundo creyó, en abril de 1961, las noticias publicadas por las agencias cablegráficas acerca de que los invasores mercenarios de Girón o Bahía de Cochinos, como se le quiera llamar, estaban llegando a La Habana, cuando en realidad algunos de ellos trataban infructuosamente de llegar en botes a las naves de guerra yankis que los escoltaban.
Los pueblos aprenden y la resistencia crece frente a las crisis del capitalismo que se repiten cada vez con mayor frecuencia; ninguna mentira, represión o nuevas armas, podrán impedir el derrumbe de un sistema de producción crecientemente desigual e injusto.
Hace pocos días, muy próximo al 50 aniversario de la “Crisis de Octubre”, las agencias señalaron a tres culpables: Kennedy, recién llegado a la jefatura del imperio, Jruschov y Castro. Cuba nada tuvo que ver con el arma nuclear, ni con la matanza innecesaria de Hiroshima y Nagasaki perpetrada por el presidente de Estados Unidos Harry S. Truman, estableciendo la tiranía de las armas nucleares. Cuba defendía su derecho a la independencia y a la justicia social.
Cuando aceptamos la ayuda soviética en armas, petróleo, alimentos y otros recursos, fue para defendernos de los planes yankis de invadir nuestra Patria, sometida a una sucia y sangrienta guerra que ese país capitalista nos impuso desde los primeros meses, y costó miles de vidas y mutilados cubanos.
Cuando Jruschov nos propuso instalar proyectiles de alcance medio similares a los que Estados Unidos tenía en Turquía —más cerca todavía de la URSS que Cuba de Estados Unidos—, como una necesidad solidaria, Cuba no vaciló en acceder a tal riesgo. Nuestra conducta fue éticamente intachable. Nunca pediremos excusa a nadie por lo que hicimos. Lo cierto es que ha transcurrido medio siglo, y aun estamos aquí con la frente en alto.
Me gusta escribir y escribo; me gusta estudiar y estudio. Hay muchas tareas en el área de los conocimientos. Nunca las ciencias, por ejemplo, avanzaron a tan asombrosa velocidad.
Dejé de publicar Reflexiones porque ciertamente no es mi papel ocupar las páginas de nuestra prensa, consagrada a otras tareas que requiere el país.
¡Aves de mal agüero! No recuerdo siquiera qué es un dolor de cabeza. Como constancia de cuan mentirosos son, les obsequio las fotos que acompañan este artículo.
Fidel Castro Ruz
Octubre 21 de 2012
10 y 12 a.m.