Na Venezuela, brilha a estrela vermelha!

Na última semana, no maior clima de camaradagem, ocorreu em Caracas do XII Congresso da JCV – Juventude Comunista da Venezuela. Mais de 200 delegados, vindos dos mais distantes cantos do país, se reuniram na capital para discutir de maneira coletiva e profunda os rumos da revolução venezuelana.

Muros pichados por todos os bairros, cartazes colados ao longo da cidade e bandeiras espalhadas por inúmeros postes, deram uma amostra do imenso esforço empreendido pela militância comunista para que o congresso ocorre com êxito. O momento político não exigia menos. Após a desaparição física de Hugo Chávez, que por anos despontou como liderança dos processos de transformação, o país presencia uma ascensão das forças conservadores que podem colocar em risco não só o futuro da Venezuela, mas de todo o continente.

Apesar das respeitosas menções feita à Chávez e aos avanços conseguidos até então, as teses debatidas não se abstiveramem nenhum momento de apontar os limites do processo, destacando assim o papel político a ser desempenhado por uma organização comunista. Se o processo bolivariano conseguiu avançar no desenvolvimento da consciência política do povo e em formas de organização popular, assim como a conquista de inúmeros direitos aos trabalhadores, muito ainda deve ser feito. Apesar de todos os avanços, a Venezuela ainda possui uma economia capitalista improdutiva, de caráter rentista, hegemonizada pelos interesses de oligarquias financeiras e da burguesia comercial importadora.

A fala de abertura do Congresso destacava a necessidade de mecanismos estatais que controlassem as importações, de reformas tributárias e estatização dos bancos. Era a Juventude, em conjunto com o Partido, forjando os rumos do processo bolivariano, apresentando ao povo venezuelano as mediações táticas que culminem na transformação socialista.

O Congresso foi precedido por um seminário preparatório para o XVIII FMJE, com o tema “Juventude unida contra o imperialismo: por um mundo de paz, solidariedade e transformações sociais”, que contou com a participação das inúmeras delegações internacionais, ressaltando o caráter internacionalista da luta anti-imperialista e socialista, promovendo um riquíssimo intercâmbio de experiências de luta, onde a UJC apresentou em sua intervenção o modo como essa luta se apresenta no Brasil e a incapacidade de ser superada por outra estratégia que não seja a socialista.

O internacionalismo proletário também esteve presente em todos os momentos do Congresso, seja através da forma extremamente calorosa e fraterna através da qual os camaradas venezuelanos nos tratavam, seja através das constantes mensagens de solidariedade ao heroico povo sírio e aos valentes combatentes colombianos. Ao fundo do plenário sobressaía-se uma bandeira como o rosto do camarada Ilich Ramírez, militante honorário da JCV que ilegalmente encontra-se detido na França.

Ao rosto de Ilich somavam-se os diversos outros heróis do povo venezuelano, como Nelson López, Alberto Lovera, Alberto Millán, LiviaGouverneur e outros que tive a oportunidade de conhecer a história de militância, que em muito se assemelham à história de nossos camaradas aqui no Brasil,o que nos obriga o empenho de maiores forças em nossas lutas.

A Juventude Comunista da Venezuela não é  somente uma organização que vive de seu passado. Sabe resgatar o que há de mais bonito na história de luta de seu povo, aprender com seus próprios erros, e, a partir daí, compreender seu papel histórico de agente da transformação. Se o futuro do processo bolivariano depende de sua radicalização ao socialismo, existe na Venezuela uma organização que compreende essa missão e que esperamos que seja capaz de fazer brilhar as mais fortes chamas da rebeldia e organizá-las em um projeto claramente revolucionário, lutando sem temor e avançando até a vitória.

Viva a JCV!

(Bernardo Soares – UJC Brasil)

A seguir a saudação da UJC ao XII Congresso da JCV

Saludos de la UJC-Brasil al XII Congreso de la JCV

A los y las camaradas de la Juventud Comunista de Venezuela;

A los y las camaradas del Partido Comunista de Venezuela:

Camaradas, reciban de la Unión de la Juventud Comunista-Brasil y del Partido Comunista Brasileño el más cálido y fraterno abrazo.

Vivimos hoy en Brasil y en la América Latina una gran agudización de las contradicciones sociales, producto de la crisis del sistema capitalista. Más profunda que una simple oscilación en la bolsa de valores, lo que vemos hoy es la expresión de una crisis estructural mucho más seria que cualquier otra crisis cíclica anterior.

Crisis estructural, ya que tiene un carácter universal, que no se limita a una rama de producción específica o estrictamente financiera, y implica no sólo a un determinado número de países, asumió una línea de tiempo continuo y secuencial, diferente de los períodos de crisis cíclicas en que, después de un cierto tiempo, los capitalistas podían superar sus contradicciones más inmediatas.

Retirada de los derechos básicos de la población, la profundización del desempleo, el alto endeudamiento de los trabajadores, son algunos de sus más perversos efectos que afectan, sobretodo, a la juventud trabajadora. Es bajo este contexto que las potencias imperialistas refuerzan su carácter belicista y acierran las disputas imperialistas.

En América Latina la ofensiva imperialista se intensifica en los últimos años, resultado de una respuesta al avance de los procesos de cambios heterogéneos que experimentamos. La reactivación de la IV Flota, la instalación de más bases militares en Colombia, la derrocada de gobiernos progresista a través de golpes institucionales son tentativas de fragilizar las luchas sociales del pueblo latinoamericano.

El XII Congreso de la JCV ocurre justamente en un momento clave para la lucha antiimperialista en Nuestra América. Pasado el desaparecimiento físico del comandante  Hugo Chávez y la victoria de Nicolás Maduro, presenciamos una ofensiva de la derecha, que solamente puede ser derrotada con el avance hacia el socialismo del proceso bolivariano, en que el Partido Comunista de Venezuela y la Juventud Comunista de Venezuela tienen un papel protagonista en la organización del proletariado para construir ese horizonte.

La radicalización de la revolución bolivariana es condición fundamental para la lucha antiimperialista en la América Latina, que por su vez está con su futuro en disputa en el eje Venezuela-Colombia. Es necesario desmontar el plan imperialista de transformar Colombia en su puente para América Latina, apoyando todas la formas de lucha del pueblo colombiano, sea los movimientos de masas que congregan múltiples organizaciones sociales, como la Marcha Patriótica y el Congreso de los Pueblos, sea las fuerzas insurgentes y revolucionarias que ha décadas luchan contra las oligarquías colombianas, como la FARC-EP y el ELN.

En Brasil seguimos reforzando el carácter antimperialista y anticapitalista de nuestra lucha. Hemos presenciado en los últimos meses una explosión de los sectores proletarizados de la sociedad, que tuvo como chispa un nuevo reajuste en las tarifas del transporte público, pero que expresa una contradicción mucho más profunda, fruto de años de una dura política económica y social del gobierno PT, que degradó y privatizó el sistema de salud, educación, seguridad social y los servicios públicos en general.

Las alianzas con los sectores de la burguesía en los dos mandatos Lula y ahora con Dilma alzaron Brasil a un importante puesto en el juego imperialista, asumiendo un protagonismo internacional, pero no como un supuesto polo alternativo democrático y progresista – como se presenta en el imaginario de sectores de la izquierda – pero como una verdadera potencia imperialista emergente que expande a nivel internacional las multinacionales de origen brasileña sustentadas por financiamientos públicos y que ya dominan mercados representativos en muchos países, sobretodo en los sectores de la construcción civil, energía, minería y alimentos en América Latina, África y Asia.

Las masas en las calles cobraran justamente los años de ataque a los trabajadores, que se expresan en la entrega de las reservas de petróleo, las privatizaciones y la degradación de los servicios y de la infra-estructura públicos, la precarización del trabajo,  la falta de perspectiva para la juventud, la opción por el sistema financiero, entre otros.

Para nosotros de la UJC y del PCB, dado el nivel del desarrollo de capitalismo brasileño, no hay espacio para una alianza de los obreros con los sectores de la burguesía, así como no existen contradicciones significantes entre la supuesta burguesía “nacional” y el imperialismo, sino una burguesía brasileña extremamente ligada al capitalismo internacional

Más que nunca es necesario afirmar el proyecto de la clase trabajadora en un frente anti-capitalista y anti-imperialista en Brasil, que pueda aglutinar y reorganizar el movimiento obrero y dar lugar a un proceso de transformación radical de nuestra sociedad. Para nosotros, la construcción de un proceso de carácter socialista es necesario y urgente. De esa forma presentamos en las luchas cotidianas de los trabajadores y de la juventud los elementos para la superación del capitalismo, la propuesta de los comunistas, asumiendo nuestro lado en  la lucha de clases.

La lucha antiimperialista deberá hoy ser la lucha de los trabajadores de todo el mundo contra una burguesía cada vez más articulada a nivel internacional, convirtiéndose así en una lucha anticapitalista y socialista. No se trata, entonces, de elegir entre tipos de imperialismo, la Unión Europea, los EUA, BRICS, pero luchar contra todas sus formas, conduciendo una lucha anti-capitalista y eligiendo un lado: el de los trabajadores contra el capital. Para tanto es fundamental el fortaleciendo de la unidad de los partidos comunistas verdaderamente revolucionarios, para articular en todo el mundo la lucha anticapitalista y anti-imperialista.

¡Viva al XII Congreso!

¡Viva la JCV! ¡Viva el PCV!

¡Viva el Comunismo!

Seminário “Juventude unida contra o imperialismo: por um mundo de paz, solidariedade e transformações sociais”