El Holocausto Americano
Desde niños, a muchas generaciones, nos enseñaron a celebrar el 12 de Octubre como “El Día de La Raza”… Esta distorsión de la historia es sólo un elemento más de tantas otras mentiras que nos hicieron repetir hasta pensar que eran ciertas.
Al principio esa celebración fue impuesta a sangre y fuego. Fue impuesta por el genocida conquistador al igual que su lengua, sus religiones, sus creencias, su sistema político y económico, su cultura… a través del exterminio sistemático de 70 millones de parientes que fueron asesinados de diversas maneras, con el propósito de arrebatarles sus tierras, despojarlos de sus derechos ancestrales e incluso muchas veces, por el solo placer de verles sufrir, como se puede apreciar en uno de los muchos y diversos relatos de Fray Bartolomé de las Casas (Sevilla, 24 de agosto de 1474 o 1484 – Madrid, 17 de julio de 1566) quien fue un encomendero español y luego fraile dominico, cronista, filósofo, teólogo, jurista, «Procurador o protector universal de todos los indios de las Indias», y es considerado uno de los fundadores del derecho internacional moderno y un gran protector de los indios y precursor de los derechos humanos:
“Una vez vide que, teniendo en las parrillas quemándose cuatro o cinco principales y señores (y aun pienso que había dos o tres pares de parrillas donde quemaban otros), y porque daban muy grandes gritos y daban pena al capitán o le impedían el sueño, mandó que los ahogasen, y el alguacil, que era peor que el verdugo que los quemaba (y sé cómo se llamaba y aun sus parientes conocí en Sevilla), no quiso ahogarlos, antes les metió con sus manos palos en las bocas para que no sonasen y atizoles el fuego hasta que se asaron de despacio como él quería”.
Nuestra verdadera historia esta plagada de estos crueles relatos, de violaciones, torturas, mutilaciones, y atroces humillaciones que con el olvido de la distancia nos parecerán increíbles hoy en día, aunque no lejanas de la realidad actual mundial, donde el imperio, ahora euroestadounidense, aplica las mismas tácticas de conquista, con instrumentos modernos (drones, misiles, bombas, armas químicas). Muchas de estos sanguinarios acontecimientos jamás fueron reseñados, y muchos otros fueron justificados con las excusas más irónicas que se pueda uno imaginar, incluso hasta “Dios”, y actualmente se invade con la excusa de la “Democracia” o se asesina en contra del “Terrorismo”.
Ese proceso de conquista, con ayuda de la ciencia, la técnica y la tecnología actual, se ha refinado a niveles sorprendentes, donde el dominado ni siquiera se percata de su condición, e incluso llega hasta defender a quien le somete mentalmente, y es entrenado (“educado”) para señalar, condenar y hasta atacar a quienes pretenden liberarle o luchar contra del imperialismo y sus nuevos métodos, muchas veces hechos “Ley”.
A pesar de tantos siglos de dominación, primero física y ahora mental, en el Pueblo Pobre siempre ha sobrevivido esa sangre rebelde, combativa y libertaria de nuestros antecesores originarios, amantes de la libertad y la naturaleza, indoblegables ante la injusticia y sobre todo resuelta a vengar a sus muertos. Esa llama ha sido transmitida de generación en generación, a través del relato oral y escrito, y sobretodo con el ejemplo en la lucha.
En Venezuela debemos hacer esfuerzos por rescatar del olvido, de la censura imperialista y burgués, y de la alienación como manera de esclavitud mental, y difundir a las nuevas generaciones nuestra verdadera historia de resistencia.
Deben hacerse familiar y volver aflorar en nuestra identidad cultural, los nombres de nuestros guerreros indígenas, nuestros Caciques, como lo fueron: Aramaipuro, Arichuna, Baruta, Catia, Caricuao, Cayaurima, Chacao, Chacumbele, Chicuramay, Cuaicurián, Conopaima, Guaicaipuro, Guaicamacuto, Guaratarí, Queipa, Mamacurri, Guarauguta, Manaure, Mara, Maracay, Meregote, Murachí, Naiquatá, Paisana, Paramacay, Paramaconi, Pariata, Maiquetía, Prepocunate, Sorocaima , Tamanaco, Terepaima, Tiuna, Yaracuy, Yare, Yavire, Paramaiboa, Pariaguán y Yoraco.
En nuestro afán de preservar nuestra memoria colectiva e histórica, de mantener encendida la rebeldía latinoamericana ante el invasor, y sobretodo de construir una sociedad con verdadera justicia y libertades para todos por igual, la Coordinadora Simón Bolívar, proponemos celebrar el 11 de Octubre como el “Último Día de América”, conmemorar el 12 de octubre como el “Inicio del Holocausto Américano”(o del inicio de la “Invasión Europea de América”), y el 13 de Octubre como el “Inicio de la Resistencia Antiimperialista en América”.
En Honor a Sabino Romero y a tantos otros hermanos que han muerto a mano del aún conquistador,
Desde Venezuela, Tierra de Libertadores, a 521 años del inicio de la Resistencia antiimperialista en América, y a 203 años del inicio de Nuestra Independencia,
Coordinadora “Simón Bolívar”
Libertaria, Revolucionaria, Solidaria, Indigenista, Popular y Socialista.